De EnciclopAtys
La última edición fue de Zorroargh el 09.12.2025
"El Silencio de la Corrupción" es un relato anónimo de sucesos ocurridos en CA II 2546 (JY).
“Una mirada vale más que mil palabras. El Tryker se enfrentó a los Matis, a la sombra de miradas indiscretas y un árbol en flor. Encorvado, los matis pensaron a la velocidad del rayo. El trato era tentador, pero los riesgos eran mucho mayores. Sin dejar de mirarse a los ojos, una sonrisa pícara se dibujó en el rostro pelirrojo del Tryker.
—"¿Y si le doy este pequeño monedero?", preguntó con inocencia, levantando una bolsa bastante grande de dappers, lo que cambió drásticamente la opinión del orgulloso Matis.
Asintió, devolviéndole la sonrisa, y luego se dieron la mano.
—"¡Pecho! ¡Trae tu trasero perezoso para acá!", berreó el Matis, quien, aparentemente indiferente, se había apoderado con avidez del bolso del Tryker.
El homin en cuestión llegó corriendo, sin aliento. Vestido con ropa sencilla y ligera, con agujeros, no parecía muy pulcro y contrastaba marcadamente con su superior, que vestía un traje rojo holgado. De alta calidad, sin duda.
—"¿Sil, Maestro Gichio?"
—"Dale a nuestro amigo tryker lo que quiere y trata de quedarte con esto", dijo el Matis, alejándose de los dos homins y fingiendo volver a su trabajo, palmeando el bolso que ahora colgaba de su cinturón con aire encantado.
-–—o§O§o—–-Pechini no tenía nada en su favor. Una nariz demasiado larga, anchura de espalda demasiado robusta, una boca desgarbada... Se rumoreaba que era la hija bastarda de un noble Matis que, al ver el terrible desenlace de su escapada, decidió abandonarla a una familia de trabajadores. Pechini, sin embargo, sabía que era hija de sus padres. Había heredado todos los defectos físicos y el temperamento bodoc de su padre.
Desconociendo el combate —un asunto de homin, según su autoritario padre—, optó por las artesanías matis y rápidamente se convirtió en una experta en el asunto. Cuando el Rey anunció al pueblo que su misión sería recolectar materias primas y transportarlas, una vez procesadas, a los diversos lugares de trabajo del Bosque, se alistó sin dudarlo. Si su padre no podía estar orgulloso de su apariencia física, lo estaría al enterarse de que trabajaba para el Karan. Su lugar predilecto se había convertido en el Bosque de la Confusión, que ahora conocía al dedillo, hasta el último rincón, hasta la última guarida de los torbaks. Mientras sus mektoubs gruñían y el Sol se ocultaba tras una rama celestial, rellenó el agujero que acababa de cavar, enganchó su pico a las hondas del mektoub y montó en el que pastaba tranquilamente junto a sus compañeros, para luego dirigirse al almacén. Planeaba hacer una entrega antes siquiera de descanarse. Volvería tarde por la noche, y eso era lo mejor, pensó.
-–—o§O§o—–-Al llegar al campamento inacabado del Maestro Gichio, conocido por su carácter poco alentador, se dejó caer ágilmente de la silla al suelo. La fatiga comenzaba a invadirla, y su mektoub le lanzó una mirada que podría haber sido interpretada como resentimiento por la sobreexplotación de los de su especie. Sin mucha convicción, llamó al capataz, Gichio, o a su ingenuo ayudante, Pecho. Pero no hubo respuesta.
—"Qué extraño", pensó, "al menos debería haber alguien aquí..."
Ruidos extraños llegaron a sus oídos, pero no pudo distinguir de dónde provenían. Paseó por la obra, llevando a su mektoub de las bridas, feliz de poder descansar un poco después de una larga persecución con tres torbaks evidentemente hambrientos. A medida que avanzaba por la obra, los sonidos se hicieron más claros, más nítidos. Era claramente un lugar animado, aunque... Una conversación silenciosa que involucraba al menos a dos personas. Reconoció el acento muy marcado del Matis Gichio y su acento tryker.
—"Qué raro", pensó de nuevo mientras se dirigía al lugar de la discusión, ordenando a su mektoub que la esperara allí.
Se sobresaltó cuando un mektoub no muy lejos de ella, al que no había visto, resopló. Pechini miró más de cerca y vio unos diez mektoubs reunidos, con barriles vacíos. Las voces parecieron acercarse y se hicieron más nítidas. Su instinto le dijo que se escondiera detrás de una pila de cajas de madera con un olor extraño. De repente, la conversación se volvió más clara e inconfundible:
—"...esta es la tercera vez este mes que vienes. ¡Nuestro acuerdo no incluía esta insistencia por tu parte! ¡Estoy arriesgando mi trabajo, lo sabes!"
—"Deja de gritar, agradeces las bolsas de ropa elegante que te dejo cada vez, así que no me digas que te molesta, ¡y además, nadie se dio cuenta!
—
Véase también
Notas
Antes del Gran Enjambre
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| Fuego de Coriolis
La juventud de Loria • La fiebre del descubrimiento • El asedio de Karavia • La Compañía de Loria • La Liberación de los Trykers • El asesinato de Loria |
Las Crónicas del Gran Enjambre - De 2481 a 2484
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| La masacre y la huida
Una historia de Kitin • Cuando los Muros se Derrumban • Mi Guardián de la Karavan • La Canción de los Kitins El regreso de la esperanza |
Las Crónicas del Nuevo Comienzo - Desde 2485 hasta 2525
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| Crónicas de Aeden Aqueous
El Secreto de la Ingeniería Tryker • Huida en flyner • Historia de un joven Corsario Crónicas de las Alturas Verdes Los Descendientes de Zachini • Ciochini Cuisi • El muro de Lenardi • Crisálida • La Caída • Sombras Aullantes • Crónicas de V.M. Crónicas del Desierto Ardiente Rompe Aguas • La Pira de Cerakos o el Nacimiento de Pyr Crónicas del País Marchitándose Lágrimas de Serenidad • El Llorón Mektoub • Estancia de Daïsha • Mabreka |