De EnciclopAtys
(Página creada con «{{Official Lore}}<noinclude>{{Trad |DE=Eine verhängnisvolle Jagd |EN=The Story of Sian Gai-Lua: A Fateful Hunt |ES=Cacería Fatal|ESs=3 |FR=Chasse Fatale[FRs=0 |H=1 |palet...») |
(Sin diferencias)
|
Revisión del 13:59 11 nov 2025
«Cacería Fatal» está un cuento de Sian Gai-Lua.
“Era una de esas noches en que la oscuridad del cielo envolvía tiernamente la selva, dejando solo miríadas de diminutas estrellas como luz. La imagen que recibió a Sian Gai-Lua esa noche al abrir los ojos le pareció simplemente increíble. Saboreó esa visión, ese regalo de Ma-Duk, durante unos minutos, tumbado boca arriba, escuchando los sonidos de la naturaleza circundante. Todo parecía encajar a la perfección y armonizar.
Cuando finalmente apartó la vista de aquella dulce visión, sintió como si abandonara un sueño, un regreso a la realidad que no estuvo exento de un fuerte sobresalto. El más mínimo intento de moverse le causaba un dolor insoportable. Al final se resignó a no moverse, pero intentó mirar a su alrededor. ¿Dónde podía estar? La selva parecía la misma sin importar hacia dónde mirara.
Luego intentó recordar los acontecimientos que podrían haberlo llevado hasta allí, pero fue una pérdida de tiempo inútil. Solo le quedaban imágenes aisladas e incoherentes de momentos pasados que se esforzaba por identificar. Varias veces respiró hondo e intentó concentrarse al máximo.
Durante un largo rato, logró enfocar todos sus pensamientos en una sola pregunta: "¿Cómo llegué aquí?". Pero sus esfuerzos fueron en vano y no obtuvo respuesta.
"Bien...", se dijo, intentando calmarse mientras respiraba hondo. "Repasemos poco a poco, paso a paso".
Recordó el momento en que él y sus compañeros habían salido de Hoi-Cho para ir de caza. Todavía podía visualizar su lento avance a través de las zonas más densas de la selva. Habían sido extremadamente cautelosos, atentos a los animales salvajes, buscando una presa que valiera la pena. Y después... su memoria le jugaba malas pasadas. Pero a medida que intentaba reconstruir lo sucedido, las imágenes incoherentes que lo atormentaban parecían encajar una a una, como si fueran piezas de un gran mosaico.
Llevaban varias horas caminando cuando empezó a llover, un aguacero inusualmente fuerte que formó torrentes por todas partes, como si el mísmo Ma-Duk hubiera decidido inundar el mundo. Y con la lluvia llegó la niebla. Al principio, nada de esto les preocupó demasiado y, acostumbrados como estaban a los cambios repentinos del tiempo, continuaron su camino. Pero la niebla pronto se espesó hasta que, al final, no pudieron ver más allá de unos pocos pasos. Entonces decidieron dar por terminada la cacería y regresar a Hoi-Cho.
-–—o§O§o—–-Sian ya podía verlo con claridad. Podía ver que caminaban a través de la niebla, que se volvía cada vez más espesa.
Los miembros del grupo pronto perdieron de vista sus propias manos, así que no les sorprendió encontrarse en una zona completamente desconocida de la selva.
Ningún punto de referencia les ayudaba a orientarse. No conocían bifurcaciones ni cruces en aquella confusa selva, pero siguieron caminando. Al fin y al cabo, eran Zorai, y la selva era, en cierto modo, su hogar. Encontrarían el camino de regreso… O eso creían…
Después de un rato, que duró horas, Miu, el más joven del grupo, fue el primero en empezar a toser repentinamente, sin previo aviso, con una tos tan fuerte que parecía que le iba a salir un pulmón. Sian también empezó a tener más dificultad para respirar, atribuyéndolo a la desorientación, la agotadora caminata y el clima terrible. Sin embargo, sus compañeros pronto empezaron a quejarse de dolores. Losai presentaba síntomas de resfriado. Estornudaba cada vez más y temblaba a pesar del aire cálido y húmedo.
Kia se rascaba constantemente todo el cuerpo, como si sufriera una irritación, al igual que Sian, quien tampoco se libraba.
Le dolían mucho las piernas, y cada paso parecía dificultarle más y más el caminar. Pero continuaron hasta que Miu se desplomó tras otro violento ataque de tos.
A Sian se le llenaron los ojos de lágrimas al recordar ese momento. ¿Cómo pudieron ignorar esas señales? ¿Cómo pudieron ser tan tontos e ignorantes?
Un escalofrío le recorrió la espalda al revivir la escena, una vez más, cuando Kia se inclinó hacia Miu, que seguía tendida en el suelo, poniéndose de pie de un salto, gritando de miedo y horror, y aferrándose a un objeto deforme en la mano.
Lo arrojó lejos y echó a correr entre la niebla, presa del pánico. «¡Kia!», oyó gritar a Losai. «¡Kia! ¡Detente! ¡Por Ma-Duk, ¿qué te pasa?!»
—
Véase también
Notas
Antes del Gran Enjambre
|
|---|
| Fuego de Coriolis
La juventud de Loria • La fiebre del descubrimiento • El asedio de Karavia • La Compañía de Loria • La Liberación de los Trykers • El asesinato de Loria |
Las Crónicas del Gran Enjambre - De 2481 a 2484
|
|---|
| La masacre y la huida
Una historia de Kitin • Cuando los Muros se Derrumban • Mi Guardián de la Karavan • La Canción de los Kitins El regreso de la esperanza |
Las Crónicas del Nuevo Comienzo - Desde 2485 hasta 2525
|
|---|
| Crónicas de Aeden Aqueous
El Secreto de la Ingeniería Tryker • Huida en flyner • Historia de un joven Corsario Crónicas de las Alturas Verdes Los Descendientes de Zachini • Ciochini Cuisi • El muro de Lenardi • Crisálida • La Caída • Sombras Aullantes • Crónicas de V.M. Crónicas del Desierto Ardiente Rompe Aguas • La Pira de Cerakos o el Nacimiento de Pyr Crónicas del País Marchitándose Lágrimas de Serenidad • El Llorón Mektoub • Estancia de Daïsha • Mabreka |