Ambar taxonómico
Rosae Yrkanis
Reino	Plantas
Categoría	Hierba
Ecosistemas	Bosque & Selva

Se dice que en 2506, durante un período oscuro de la historia de las Alturas Verdes, un botánico matis cuya verdadera identidad desafortunadamente nunca fue atestiguada, creó en su laboratorio un híbrido del rosae Matia. Más pequeño y con una capa más gruesa, adornado con opalines flores triples con un perfume suave, este híbrido tenía la particularidad de ser una serie de elección de los endilweis. Tan pronto como eclosionó, se dijo, ella estaba rodeada por un ballet colorido, revoloteando con flores errantes, deseosa de saltar a la cima.…

Tras el fallido intento del príncipe Yrkanis para recuperar su corona, y su condena por Jinovitch, este botánico envió muchos esquejes a varios corresponsales que permanecieron leales al príncipe o a los que le habían seguido en el exilio, primero en Aeden Aqueous y, a continuación, en el País Marchitándose. Y eso hasta 2512, tanto es así que esta rosae se habría convertido en un signo de reconocimiento entre los partidarios del Príncipe, una promesa simbólica de la corona que pronto le sería devuelta. La leyenda dice que la resistencia incluso tomó ventaja del vínculo especial entre estas dos plantas escribiendo mensajes encriptados en endilweis capaces de viajar largas distancias para llegar a su anfitrión.

Al regreso triunfal de Yrkanis, el rosae Yrkanis fue bautizado y se dio a conocer oficialmente al público. En el espacio de unos pocos años, y aunque no podía aclimatarse a la región de Los Lagos, conquistó las Alturas Verdes y el País Marchitándose, donde se naturalizó perfectamente.

Este hecho es probablemente en parte mítico, ya que es difícil concebir un movimiento dirigido de endilweis que le permita moverse a su propio placer, y no al del viento, como un izam viajero. Sin embargo, la ciencia de nuestros botánicos es tan grande, que es posible creerlo, y si usted camina en nuestros magníficos bosques o en la selva, no dejará de encontrar allí algún rosae Yrkanis^*, emblemático adornado con su corona de Yrkanis, un nombre que todavía se utiliza a veces para llamar los endilweis.