Diferencia entre revisiones de «El Kami de las almas perdidas/Tercera parte»

De EnciclopAtys

Saltar a: navegación, buscar
Línea 55: Línea 55:
 
El homín saltó sobre sus pies y luego corrió veloz como el viento hacia el noreste. Parecía estar habitado por un fervor ardiente, y nada podría haberlo detenido en su carrera.
 
El homín saltó sobre sus pies y luego corrió veloz como el viento hacia el noreste. Parecía estar habitado por un fervor ardiente, y nada podría haberlo detenido en su carrera.
  
Lipsen puso el jarrón de [[ambár]] en su bolsa. Todo funcionó según lo planeado. Ella se quitó cuidadosamente sus guantes ''tashok''. El camuflaje hecho de musgo y ramitas había engañado al Zorai. Ahora tenía unas horas para perfeccionar su disfraz. La joven Tryker se puso a trabajar febrilmente.
+
Lipsen puso el jarrón de ámbar en su bolsa. Todo funcionó según lo planeado. Ella se quitó cuidadosamente sus guantes ''tashok''. El camuflaje hecho de musgo y ramitas había engañado al Zorai. Ahora tenía unas horas para perfeccionar su disfraz. La joven Tryker se puso a trabajar febrilmente.
  
 +
La oscuridad todavía estaba esperando el primer ataque del sol cuando los [[Recuperadores]] llegaron al campamento. Habían venido muchos, guiados por Fa Gai-Guan. Entre los guerreros de la tribu caminaba Liangi do-Vi. Su cabeza calva parecía un cráneo amenazante decorado con pinturas mortuorias. Blandió una imponente masa ''kanka''. Dos homins lo siguieron de cerca, cada uno con una cesta de mimbre cerrada. Los Zorais se reunieron frente a la yurta. Fa Gai-Guan se arrodilló y habló :
  
    L'obscurité guettait encore les premiers assauts du soleil lorsque les [[Recycleurs]] se présentèrent au campement. Ils étaient venus nombreux, guidés par Fa Gai-Guan. Au milieu des guerriers de la tribu marchait Liangi Do-Vi. Sa tête chauve ressemblait à un crâne menaçant décoré de peintures mortuaires. Il brandissait une imposante masse kanka. Deux homins le suivaient de près, chacun portant un panier fermé en osier. Les Zoraïs se rassemblèrent devant la yourte. Fa Gai-Guan s'agenouilla et prit la parole :
+
— ¡Su voluntad se ha cumplido, o Kami de las almas perdidas! En esta noche se encuentra ante usted el poderoso Liangi do-Vi, guía supremo de nuestra tribu. ¡Elogie su nombre!
— Ta volonté a été accomplie, Ô Kami des âmes perdues ! En cette nuit se tient devant toi le puissant Liangi Do-Vi, guide suprême de notre tribu. Loué soit son nom !
+
 
  Le chef des [[Recycleurs]] s'avança.
+
El jefe de los Recuperadores dio un paso adelante.
— Esprit de la nature, accorde-nous le privilège de poser les yeux sur toi. Ainsi nos coeurs seront-ils remplis de ta présence.
+
 
    Il parlait d'une voix calme et posée. Son attitude prudente contrastait avec l'exaltation mystique de Fa Gai-Guan. Le moment de vérité était arrivé.
+
— Espíritu de la naturaleza, concédenos el privilegio de poner ojos en usted. Así nuestros corazones se llenarán con tu presencia.
 +
 
 +
Habló con voz tranquila y silenciosa. Su actitud cautelosa contrastaba con la exaltación mística de Fa Gai-Guan. El momento de la verdad había llegado.
  
 
     Une forme bondit hors de la tente. Les Zoraïs reculèrent. Malgré sa petite taille, le Kami des âmes perdues avait une apparence impressionnante. Il se tenait accroupi, à la manière des esprits salamandres du désert. Son corps moussu était hérissé de branchages. Sa tête ressemblait à celle d'un poisson nageant dans des océans forestiers. De grandes fougères aux couleurs de l'automne ornaient son dos telles des ailes sylvestres.
 
     Une forme bondit hors de la tente. Les Zoraïs reculèrent. Malgré sa petite taille, le Kami des âmes perdues avait une apparence impressionnante. Il se tenait accroupi, à la manière des esprits salamandres du désert. Son corps moussu était hérissé de branchages. Sa tête ressemblait à celle d'un poisson nageant dans des océans forestiers. De grandes fougères aux couleurs de l'automne ornaient son dos telles des ailes sylvestres.

Revisión del 22:17 9 sep 2020


Important.png
Under Construction Panel.png ¡¡¡ Artículo en preparación !!! Under Construction Panel.png
Todavía hay 28 artículos en preparación en la categoría "WIP"
Artículo en preparación. Deja que el autor lo termine antes de cambiarlo.
La última edición fue de Zorroargh el 09.09.2020


La source de référence est de Dorothée en français. La date de début de tâche: 2020-09-04 (pour gérer les priorités).
es:El Kami de las almas perdidas/Tercera parte
fr:Le Kami des âmes perdues/Tercera partie
 
UnderConstruction.png
¡Traducción que tiene que ser revisada!
¡No culpes a los contribuyentes, pero ayúdalos! 😎
Texto de referencia (Texto actualizado, utilizado como referencia) :
Notas :

El Kami de las almas perdidas - Tercera parte

Mithus Xalon entrecerró los ojos. Estaba pensando. Su rostro tenía un tinte azulado, coloreado por el cubo luminoso que iluminaba el interior de la tienda. A los ojos de Lipsen, el líder de la Kuilde casi evocó a un guardián de la Karavan, un ser de poder contenido. Sentada frente a él, la joven Tryker luchó por ocultar su ansiedad. El Fyros la impresionaba.

— Tu plan es audaz y bastante ... inusual. Pero puede salir bien. Y lo que está en juego es demasiado importante para volverme culpable de excesiva precaución.

Lipsen se sintió asaltada por un inmenso orgullo. !!Ella iba a mostrar toda la tribu lo que era capaz!

— ¿Crees que puedes hacerlo por tu cuenta? preguntó Xalon mientras se levantaba.

— Sí. Un ejército de guerreros no sería de ninguna ayuda para mí.

Lipsen se levantó. Aunque era más pequeña que el Fyros, se sentía tan segura que sentía que podía alcanzar el dosel.

— No era lo que estaba pensando, respondió el jefe de Kuilde mientras abría una cofrecito de madera esculpida. La bendición de la Diosa es un apoyo que no se puede desperdiciar.

El jefe de la Kuilde entregó un pequeño objeto a la joven cazadora. Un cristal con formas redondeadas, transparente como el agua de los lagos de Aeden Aqueous, que emitió reflejos iridiscentes.

— Es un pacto de teletransportación. Rompe el cristal y serás transportado a un lugar seguro.

Lipsen se inclinó ante los Fyros y lo agradeció respetuosamente.

— Ahora tengo que preparar a los combatientes de la tribu, en caso de que la Compañía del Árbol Eterno decida echar una mano a los Recuperadores. Que la luz ilumine el peligroso camino que has elegido, hija de Jena.

Al final de la tarde, los rayos del sol luchaban por atravesar las nubes. Lipsen salió del pueblo, llevándose consigo una gran bolsa que contenía todo lo que necesitaba. Tuvo que apresurarse para llegar al campamento abandonado antes del anochecer.

La Luna estaba en medio del cielo cuando los Zorais vieron las primeras tiendas. Una ligera llovizna dejó caer gotas sobre su armadura tan-ko como un rocío nocturno. El Recuperadores entró en el campamento. Sacó de su bolso el jarrón de ámbar que había tomado al pie de los pilares de sacrificio y se acercó a la yurta con un paso indeciso.

— Venerado Kami de las almas perdidas, te ofrezco este objeto como una ofrenda, para que pueda ser devuelto a la naturaleza como lo ordenan nuestras costumbres.

Colocó el jarrón frente a la entrada de la tienda. Pasaron unos minutos. Atrevido, el homín se inclinó hacia la cortina de cuero para levantarlo. De repente, una mano con un aspecto vegetal brotó del interior de la yurta para llevar rápidamente la ofrenda. El Recuperador saltó hacia atrás y dio un grito de sorpresa.

— Por este sacrificio, el favor de los espíritus recibirás. ¡Kamis, tu nombre conocen, Fa Gai-Guan!

El Zorai reconoció la extraña voz del Kami de las almas perdidas. Cayó de rodillas e inclinó al suelo.

— ¡Gloria a Ma-Duk, gloria a sus Discípulos!

— Tienes fe, una misión sagrada eres digno de cumplir. ¿Lo aceptarás?

Fa Gai-Guan levantó la cabeza. Puso su mano sobre su pecho y habló con voz clara.

— ¡Sí! Estoy a su servicio, Oh Guardián de Atys !

— Mayor sacrificio, almas atormentadas exigen. Solo entonces se les otorgará descanso. Impías reliquias por su tribu se guardia. Liangi do-Vi, Jefe de reciclaje, tiene las traer aquí antes del amanecer. !Mi mensajero seras, Fa Gai-Guan! ¡Date prisa!

El homín saltó sobre sus pies y luego corrió veloz como el viento hacia el noreste. Parecía estar habitado por un fervor ardiente, y nada podría haberlo detenido en su carrera.

Lipsen puso el jarrón de ámbar en su bolsa. Todo funcionó según lo planeado. Ella se quitó cuidadosamente sus guantes tashok. El camuflaje hecho de musgo y ramitas había engañado al Zorai. Ahora tenía unas horas para perfeccionar su disfraz. La joven Tryker se puso a trabajar febrilmente.

La oscuridad todavía estaba esperando el primer ataque del sol cuando los Recuperadores llegaron al campamento. Habían venido muchos, guiados por Fa Gai-Guan. Entre los guerreros de la tribu caminaba Liangi do-Vi. Su cabeza calva parecía un cráneo amenazante decorado con pinturas mortuorias. Blandió una imponente masa kanka. Dos homins lo siguieron de cerca, cada uno con una cesta de mimbre cerrada. Los Zorais se reunieron frente a la yurta. Fa Gai-Guan se arrodilló y habló :

— ¡Su voluntad se ha cumplido, o Kami de las almas perdidas! En esta noche se encuentra ante usted el poderoso Liangi do-Vi, guía supremo de nuestra tribu. ¡Elogie su nombre!

El jefe de los Recuperadores dio un paso adelante.

— Espíritu de la naturaleza, concédenos el privilegio de poner ojos en usted. Así nuestros corazones se llenarán con tu presencia.

Habló con voz tranquila y silenciosa. Su actitud cautelosa contrastaba con la exaltación mística de Fa Gai-Guan. El momento de la verdad había llegado.

   Une forme bondit hors de la tente. Les Zoraïs reculèrent. Malgré sa petite taille, le Kami des âmes perdues avait une apparence impressionnante. Il se tenait accroupi, à la manière des esprits salamandres du désert. Son corps moussu était hérissé de branchages. Sa tête ressemblait à celle d'un poisson nageant dans des océans forestiers. De grandes fougères aux couleurs de l'automne ornaient son dos telles des ailes sylvestres.

— Sage as-tu été, d'avoir entendu mon appel, s'exclama le Kami d'une voix aiguë. Un sacrifice, les âmes perdues exigent ! Les objets pris à nos ennemis, les as-tu apportés ?

   Les deux porteurs de paniers posèrent au sol leur précieux chargement.

— Voici les reliques de la Kuilde. À leur aspect, il n'y a aucun doute qu'elles soient d'origine Karavan.

   Les Recycleurs exhibèrent deux cubes métalliques ornés d'étranges inscriptions.

— Ces choses sacrilèges, à la nature seront rendues. Ainsi par cette offrande, les homins qui ont péri ici pourront reprendre leur long chemin vers la félicité de Ma-Duk !

   Les premières lueurs de l'aube apparurent. Le Kami accompagna ses paroles de signes étranges connus de lui seul.

— Maintenant, partir vous devez. Des vivants, les morts n'apprécient guère la compagnie. Par le Grand Géniteur, soyez bénis !

   Liangi Do-Vi posa la main sur l'un des cubes.

— Ô Gardien d'Atys, nous voudrions assister au sacrifice. En t'amenant ces reliques, n'avons-nous pas gagné ce privilège ?

   Le Kami sembla surpris. Qui étaient ces homins pour contester sa volonté ?
   Lipsen transpirait sous son heaume couvert de végétation. Il fallait qu'elle se tire de cette situation. Elle décida de tenter l'intimidation.

— Pour ce que vous avez accompli, récompensés vous serez. Mais en ma seule présence, l'offrande doit être faite. Ainsi l'exigent les esprits de ce lieu !

   Les Recycleurs se regardèrent, inquiets. Mais leur chef ne se démonta pas.

— Nous avons toujours servi fidèlement le Grand Géniteur. La sève de ma tribu a été versée pour obtenir ces reliques. Nous méritons d'être présents. Nous ne craignons ni les morts, ni les vivants !

   Le Kami resta silencieux. Il semblait réfléchir.

— De loyaux serviteurs, vous vous êtes montrés, finit-il par répondre. Cette faveur, je consens à vous accorder. Écartez-vous, homins ! s'écria-t-il en agitant les bras.

   Les Zoraïs firent quelques pas en arrière. Le Kami s'approcha des cubes et marmonna des paroles incompréhensibles. Dans sa main droite brillait des particules cristallines, scintillant des couleurs de l'arc-en-ciel.
   Liangi Do-Vi se crispa. Il avait déjà vu de semblables reflets dans les mains des adeptes de la Karavan. Instinctivement, il se précipita vers les reliques. Trop tard ! Serrant contre lui les objets sacrés, le Kami des âmes perdues disparut dans un rire clair comme le matin qui s'annonçait.
   Lipsen Be'Laury fut invitée à rejoindre la Kuilde à la fin de l'automne. Elle devint la plus grande chasseuse de la tribu. Elle arpente aujourd'hui le nord des forêts du Nexus, traquant les bêtes sauvages pour nourrir son clan. Elle évite de s'aventurer vers le sud, et n'est jamais retournée au campement abandonné... Peut-être par crainte de rencontrer le vrai Kami des âmes perdues ?



Fin

Le Kami des âmes perdues
Première partie Seconde partie Troisième partie