De EnciclopAtys
La guerra Kitin fue una época de caos y devastación, pero también un tiempo de solidaridad entre los homins y, más sorprendentemente, entre los discípulos de Ma-Duk y Jena. El Karavan, quien una vez nos reprimió celosamente por nuestro amor a los Kami, ahora nos apoya durante nuestras terribles pruebas en los campos de matanzas de la guerra. Si tan solo los Kamis y los Karavan pudieran reunirse otra vez como lo hicieron a menudo durante la lucha contra el enemigo común ¡qué armonía esto le traería al mundo!
Yo estaba en un grupo dirigido por mi abuela en aquel terrible año del Gran Enjambre. Estábamos huyendo de los ejércitos Kitin cuando llegamos a enfrentarnos cara a cara con un grupo de tres exploradores Kitin que bloquearon nuestro camino. Los Guardianes Karavan que nos estaban dirigiendo hasta el arcoíris lucharon para protegernos y estábamos siendo empujados atrás hacia el pelotón principal....
Pero luego ahí apareció un Kami que lanzó un hechizo de distracción para desviar a los monstruos de los Guardianes Karavan, permitiéndoles tener en la mira a las criaturas para un tiro perfecto. Juntos obtuvieron lo mejor de los monstruos ¡pero el pelotón principal de la legión ya estaba a la vista y moviéndose rápidamente!
Nos amontonamos fuera del camino en la espesa vegetación de la jungla mientras los tres Guardianes provocaban a los Kitin para evitar que nosotros fuéramos atacados. Los atrajeron hacia el precipicio del acantilado un poco más allá. Esta fue una hábil estratagema, para la que los Kamis habían proyectado un espejismo que tendía un puente hacia el barranco. Como los Kitins estaban prácticamente sobre ellos, en el último instante los Guardianes Karavan se teletransportaron de nuevo hacia nosotros y observamos a todo el ejército Kitin caerse hasta el olvido por el acantilado como lo hacen muchas veces los caprynis en la niebla.