De EnciclopAtys
La Creación por Elias Tryton
Al principio había materia fundida. Entonces nació Atys. Entonces el "genitor", cuyos espasmos sacudieron la corteza del joven planeta, logró arrancar un primer aliento de su palpitante pecho, en una gran explosión de energía. Entonces el tren de la vida empezó a moverse.
Las semillas de la existencia fueron sembradas por el viento. Los primeros brotes se formaron en los árboles verdes, los pájaros volaron hacia el cielo, los animales retozaron y los peces se retozaron en el frenético milagro de la Vida.
Desde las entrañas del planeta verde, el progenitor creó a los Kamis y los dotó de espíritu y conciencia, luego los envió a monitorear su creación.
Los Kamis regresaron a la superficie para explorar las tierras bajo su protección. Pronto se encontrarían con adoradores de la naturaleza: ¿los homins que habían echado raíces en el Árbol de la Vida?
Génesis (Texto antiguo)
Durante varios siglos viajo por los “pasillos demasiado tranquilos de Ryzom”. Fui testigo del empuje verde de Atys y del nacimiento de la humanidad. Fui testigo de su lucha por sobrevivir en un mundo despiadado poblado de plantas asesinas y monstruos rastreros. Peor aún, atrincherados en su ignorancia primaria, derraman sangre por sed de poder. Debilitados por una guerra interracial y recluidos en su territorio tras una segregación autoimpuesta, fueron víctimas de una terrible invasión de Kitins.
Incluso unidas, las poderosas fuerzas atysianas de los Kamis y los Karavan se encontraron impotentes contra los ataques de los Kitins durante este año maldito. Poblaciones enteras desaparecieron. Cuando escuché esta terrible noticia, inmediatamente eché una mano para salvar a los últimos supervivientes, muchos de los cuales se habían dispersado o huido a zonas remotas.
Desde entonces han seguido tres generaciones, curando las heridas, dando a luz de nuevo a la vida, dejando tiempo para la introspección y la renovación del espíritu homínido. Ahora es el momento de que los sabios y valientes se armen de valor para dar forma a un nuevo orden, para cruzar las divisiones que separan a los continentes y forjar el destino de sus civilizaciones.
Esta es mi única esperanza, en unión estaremos mejor armados para repeler el mal que avanza. Ya puedo escuchar el estruendo amenazador del Enemigo que un día, ay, hará temblar las entrañas del planeta verde.
Pero todavía tengo fe en esto, el Nuevo Comienzo de la “Humanidad”…