Diferencia entre revisiones de «Historia de un joven Fyros/Cuarta parte»
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− | Antes de abrir los ojos, Aetis y Eree se tomaron un momento para volver en sí. La teletransportación Karavan no tenía la sensación | + | Antes de abrir los ojos, Aetis y Eree se tomaron un momento para volver en sí. La teletransportación Karavan no tenía la sensación a la que estaban acostumbrados. La sensación de estar envueltos se había apoderado de ellos durante el viaje. Aislados desde el exterior, no habían sentido la dispersión de sus cuerpos en la red, como durante los teletransportes Kami. Sin embargo, el mismo calor nació en sus cráneos y se extendió a todo su cuerpo. Abrieron los ojos a la forma gris del altar. Una mirada rápida es suficiente para decirles que habían llegado a su destino. Los enormes árboles enrojecidos por el otoño no dejaron ninguna duda. Yrkanis, la ciudad vegetal, se ofreció a los dos jóvenes Fyros. Avanzaron por el camino más cercano, hacia el centro de Yrkanis. Mirando desde todos los lados para admirar la arquitectura de cada edificio, no notaron las miradas recelosas de algunos Matis. |
− | ― | + | ― ¡Es hermoso! exclamó Eree. Nunca pensé que estaría tan encantada, con toda esa vegetación. Es... |
― ...impresionante, terminó Aetis. | ― ...impresionante, terminó Aetis. | ||
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― ¿Les envía el embajador Lato Nivaldo? | ― ¿Les envía el embajador Lato Nivaldo? | ||
− | Aetis y | + | Aetis y Eree se volvieron. Un viejo Matis con labios delgados y helados les miraba fríamente. |
― Sí, tenemos que ver al duque Niero di Va..., comenzó Eree. | ― Sí, tenemos que ver al duque Niero di Va..., comenzó Eree. | ||
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― Bien. ¡Síganme, por favor! | ― Bien. ¡Síganme, por favor! | ||
− | Los dos Fyros se miraron, sorprendidos por esta intervención. El Matis ya se había ido por un camino sin mirar | + | Los dos Fyros se miraron, sorprendidos por esta intervención. El Matis ya se había ido por un camino sin mirar para atrás. Encogiéndose de hombros, Aetis siguió los pasos del homin, acompañado por Eree. |
― Soy Dino Valetti, el mayordomo del duque, dijo. Me ordenó que les recogiera y les llevara a su oficina. | ― Soy Dino Valetti, el mayordomo del duque, dijo. Me ordenó que les recogiera y les llevara a su oficina. | ||
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Dejó su silla para caminar en la oficina. | Dejó su silla para caminar en la oficina. | ||
− | ― El Guía de los [[Zorais]], el Gran sabio [[Mabreka]], desea enviarnos el Libro de las Revelaciones, donde se registran las palabras de [[Ma-Duk]]. | + | ― El Guía de los [[Zorais]], el Gran sabio [[Mabreka]], desea enviarnos el Libro de las Revelaciones, donde se registran las palabras de [[Ma-Duk]]. ¡Esta reliquia es de suma importancia para nuestros dos pueblos! insistió. |
― ¿No quieres que lo transportemos nosotros? Preguntó Aetis, incrédulo. | ― ¿No quieres que lo transportemos nosotros? Preguntó Aetis, incrédulo. | ||
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Caminó delante de ellos, con la cabeza inclinada. Parecía pensar mientras hablaba. | Caminó delante de ellos, con la cabeza inclinada. Parecía pensar mientras hablaba. | ||
− | ― Así que se lo vas a darle. | + | ― Así que se lo que vas a darle. |
En estas palabras se volvió hacia ellos. La sonrisa en su rostro era inquietante. | En estas palabras se volvió hacia ellos. La sonrisa en su rostro era inquietante. | ||
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― ¿Perdón? Preguntó Aetis, asombrado. | ― ¿Perdón? Preguntó Aetis, asombrado. | ||
− | ― | + | ― Le diré al duque la fecha, la buena, pero el camino será muy diferente. Este camino les dejará una única posibilidad de emboscada... en el desfile del [[Nodo de la Demencia]]. Allí, el grupo que enviará tendrá una pequeña sorpresa. Entonces, espero, tendremos pruebas de la culpabilidad de Di Vanochi para presentar ante el rey Yrkanis. Mabreka también planea deshacerse de la tribu que actúa para el Duque. Estos mercenarios han trastornado enormemente los intereses de Zoraï en los últimos tiempos. |
− | ― Pero no puede ir tras un convoy | + | ― Pero no puede ir tras un convoy Zoraï. ¡Sería como declarar la guerra! exclamó Eree. |
− | ― ¡Claro que no! | + | ― ¡Claro que no! aparentemente usa una tribu del [[País Marchitándose]]. Di Vanochi está dispuesto a hacer cualquier cosa para atraer el favor de los Karavan y el Rey. Está convencido de que será un héroe para su pueblo y que Yrkanis lo llenará de honores después de eso. Sin embargo, prefiere cubrirse las espaldas y no correr el riesgo de ser descubierto. |
― Pero... ¡si ve el engaño, estamos muertos! exclamó Aetis. | ― Pero... ¡si ve el engaño, estamos muertos! exclamó Aetis. | ||
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Se inclinó y puso sus manos sobre los hombros de los jóvenes. las empuñaba con una fuerza formidable. | Se inclinó y puso sus manos sobre los hombros de los jóvenes. las empuñaba con una fuerza formidable. | ||
− | ― Pero, si pensáis por un segundo en traicionarme, prometo que encontrarse en medio de | + | ― Pero, si pensáis por un segundo en traicionarme, prometo que encontrarse en medio de un kitinero sera preferible. |
No había levantado el tono de su voz, pero no lo necesitaba. Su mirada y su agarre mostraron lo peligroso y determinado que era el homin. Se detuvo, mirando a los dos Fyros luchando con el dolor, y, como si nada hubiera pasado, reanudó su sonrisa habitual y soltó los hombros. | No había levantado el tono de su voz, pero no lo necesitaba. Su mirada y su agarre mostraron lo peligroso y determinado que era el homin. Se detuvo, mirando a los dos Fyros luchando con el dolor, y, como si nada hubiera pasado, reanudó su sonrisa habitual y soltó los hombros. | ||
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― Si quieren volver aquí, estamos en el sureste del barrio Yasson, indicó Dino Valetti. Este es el edificio privado del Duque. | ― Si quieren volver aquí, estamos en el sureste del barrio Yasson, indicó Dino Valetti. Este es el edificio privado del Duque. | ||
− | Dos guardias estaban vigilando a la entrada. No prestaron atención al paso del intendente y los dos Fyros. Dino Valetti entró en el ascensor, seguido por Aetis y Eree. Llegaron al primer piso en una habitación luminosa. Un Matis, de treinta años, estaba sentado en un escritorio, con la cabeza inclinada sobre los documentos. Los dos Fyros entraron en la habitación, y, sin decir una palabra, el mayordomo cerró el ascensor. Así dejó a los dos | + | Dos guardias estaban vigilando a la entrada. No prestaron atención al paso del intendente y los dos Fyros. Dino Valetti entró en el ascensor, seguido por Aetis y Eree. Llegaron al primer piso en una habitación luminosa. Un Matis, de treinta años, estaba sentado en un escritorio, con la cabeza inclinada sobre los documentos. Los dos Fyros entraron en la habitación, y, sin decir una palabra, el mayordomo cerró el ascensor. Así dejó a los dos jóvenes homines solos con el que parecía ser el duque. |
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Revisión actual del 22:07 16 feb 2023
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