Durante el Gran Enjambre, las invasiones Kitin encantaron a las mentes de los Homins, e incluso los más valientes guerreros se estremecieron ante la presencia de estas monstruosas criaturas que arrasaron con el pueblo de Atys. Las fuerzas unidas de los Karavan y de los Kami forzó a los Kitins a regresar a las profundidades de las Primeras Raíces, pero el Poderoso no pudo perseguir completamente a los miembros del enjambre a la superficie. Desde entonces, los Kitins se han estado moviendo alrededor de la Corteza.

    Los Kitins están presentes en todas las regiones de los nuevos territorios colonizados. Son adaptados a diferentes ecosistemas, clavados en el suelo y cazando animales para alimentar a sus colonias. Es por lo tanto difícil para los Homins no cruzar sus senderos. Algunos Kitins no son tan agresivos a la primera, o solo atacan cuando son molestados. Pero las memorias del Gran Enjambre son muy vívidas para permitir una cohabitación pacífica, y las confrontaciones son frecuentes, especialmente desde que las invasiones Kitins no han terminado...

    De hecho los ataques han sido lanzados muchas veces en los nuevos territorios Homin, los Enjambres destruyendo todo a su paso para apoderarse de esa zona geográfica. Una vez logrado su objetivo, las patrullas Kitin atraviesan la zona para destruir todas las amenazas en los territorios recién conquistados. Todos los miembros del Enjambre son agresivos durante la invasión, los trabajadores se vuelven tan temibles como los soldados. Los kipees, que son por lo general pacíficos, atacan en olas, con grupos de kipestas volando a sus lados y propagando la muerte latente. Las feroces kirostas atraviesan caparazones para inyectar un veneno terrible. A menudo grandes kipuckas comandan las invasiones, protegidos por los soldados kinrey que luchan hasta la muerte.

    A fin de combatir este flagelo, el pueblo despliega exploradores cuya misión es la de informar a los guerreros, quiénes son lo suficientemente valientes como para confrontarlos, de los movimientos Kitins. Campamentos improvisados son construidos para albergar las guarniciones enviadas por los gobiernos Homin. Las diferencias políticas tienden a ponerse a un lado durante las invasiones, y no es inusual ver a clanes enemigos luchando contra los monstruos lado a lado. Recompensas son ofrecidas a los cazadores que llevan trofeos, y se fomenta la movilización de los gremios para derribar a los grandes Kitins que están liderando las invasiones.

    Los sabios se han estado hecho muchas preguntas así mismos sobre los jefes Kitin. Serán solo animales, o son sus adversarios tan inteligentes como los Homins? Se sienten odiados, o están simplemente obedeciendo a un instinto de sobrevivencia? El objetivo del Enjambre permanece insondable.